Nogales, Sonora.- Hablar de un posible colapso dentro del sector ganadero en el Norte de
Sonora pareciera sonar alarmante pero es toda una realidad, y a corto plazo, si la sequía extrema
continúa, coincidieron totalmente los rancheros de diferentes municipios de la
región.
Tanto
los ganaderos de Caborca, como de Altar, Trincheras, Ímuris y Nogales ya
comenzaron a sufrir los estragos de la sequía y altas
temperaturas, aunado a que empieza a escasear el agua y alimento, a campo
abierto. Ya hay registros de reses muertas por algunas de estas causas.
Para los propietarios que cuentan con menos recursos económicos,
para encerrar su ganado y poderlo alimentar, significa un duro golpe al
bolsillo y, por incosteabilidad, prefieren dejarlo vagar a su suerte, para ver
si logran sobrevivir esta temporada. Tampoco pueden venderlo porque no dan los
estándares de calidad requerida en el mercado cárnico.
Convergieron que las lluvias que han caído en la región han sido
esporádicas y de poco milimetraje lo cual tampoco beneficia a los mantos
acuíferos que abastecen a los pozos, mismos que se encuentran “arrastrados” y
los “charcos” (pequeños represos) ya se secaron, salvo uno que otro que no
aguantará mucho por el excesivo calor y falta de precipitaciones.
Ante tal panorama desalentador convinieron que, además, existe la
posibilidad que este colapso ganadero abra las
puertas a cárnicos de otros países, principalmente sudamericanos, situación que
también debilitaría el valor del producto regional sonorense.