A menos de una semana de su detención, este
jueves fue liberado Carlos Antonio Dávila Amerena, exdirector jurídico de Seguridad
Alimentaria Mexicana (Segalmex), quien fue señalado por el presunto
desfalco de más de 142 millones de pesos en la dependencia derivado de una
compra irregular de azúcar.
Fuentes federales confirmaron a El Sol de
México que la liberación del exfuncionario ocurrió luego de que el juez de
control del Centro de Justicia Penal Federal en Almoloya de Juárez, Gregorio
Salazar Hernández, consideró que no existían las suficientes pruebas en su
contra.
Carlos Antonio Dávila Amerena era hasta
ahora uno de los funcionarios de más alto nivel detenidos por el caso de
Segalmex y a quien se le imputa los delitos de delincuencia organizada, operaciones
con recursos de procedencia ilícita y peculado.
La Fiscalía General de la República (FGR) lo
acusa de ser parte del entramado al interior de Segalmex que permitió
la compra irregular de más de siete toneladas de azúcar que generó un desfalco de
142 millones 440 mil 883 pesos.
Por este caso, en días recientes, la FGR solicitó
que se girarán 22 órdenes de aprehensión en contra de 12 servidores
públicos de Segalmex, entre ellos Dávila Amerena; cuatro personas de las
empresas coludidas y seis presuntos beneficiarios de los recursos
desviados.
En el transcurso de la semana fueron nueve las
personas detenidas por este caso, siendo el último de ellos Jorge Humberto
González Bocardo, excoordinador de Operaciones de Diconsa, quien fue
capturado en Coahuila por elementos de la Policía Ministerial.
De acuerdo con lo conocido por este diario,
durante la audiencia en el “Altiplano” que resultó en la liberación del
exdirector jurídico de Segalmex, el juez sí determinó vincular a proceso a
otros tres funcionarios y una persona relacionada con la empresa Servicios
Integrales Carregin.
Se trata de Artemio Gutiérrez Rodríguez,
exsubjefe del almacén rural de San Luis de la Paz, en Guanajuato; Simón
Escobar Copca, exjefe del almacén de Diconsa en Querétaro y Laura Patricia
Hernández Rojas, excoordinadora de Control Presupuestal de Liconsa.
También Jorge Romero Valencia, accionista
de la empresa Carregin, quien se habría encargado de simular la compra de
la azúcar.
A ellos les fue dictada la medida de prisión
preventiva oficiosa y se les otorgó un plazo de tres meses para concluir con la
etapa de investigación complementaria.