Wall Street abrió este jueves con leves pérdidas, causadas en estos primeros compases por nuevos elementos de la guerra arancelaria desatada por la Administración de Donald Trump, más los efectos de los datos de inflación comunicados el miércoles, mejores de lo esperado.
Siete minutos después del toque de campana en la bolsa de Nueva York, el principal índice, el Dow Jones de Industriales, caía un 0,15 %, hasta los 41.288 enteros; el S&P 500 lo hacía en un 0,15 %, hasta los 5.590 puntos, y el Nasdaq descendía un 0,33 %, hasta los 17.590.
La bolsa se vio sacudida esta mañana por una nueva amenaza de Trump en otro capítulo de su guerra comercial a varias bandas: el mandatario amagó con imponer un 200 % de arancel a los vinos y al champán “de Francia y otros países europeos” en represalia por la imposición de un gravamen europeo del 50 % al whisky estadounidense, que a su vez es otra media de represalia comercial.
De llevarse a cabo, la medida perjudicaría sobre todo al sector de Francia, España e Italia, y podría dar lugar a otras represalias por parte europea en una escalada de consecuencias imprevisibles.
Estas amenazas arancelarias están perjudicando a la bolsa, pero se ven compensadas por los buenos datos de inflación: el IPC de EE.UU. bajó en febrero al 2,8 % interanual, lo que supone una moderación de la inflación en dos décimas frente al dato de enero, según datos publicados ayer por el Buró de Estadísticas Laborales (BLS).