En muchas regiones del mundo, el comportamiento
de los perros cuando una persona está a punto de fallecer ha creado mitos sobre
sus capacidades para predecir el fin de la vida
La amistad entre el ser humano y el perro
comenzó muy temprano en la prehistoria humana, y probablemente se trata de la
primera especie animal que se asoció al ser humano. Aunque nuestra relación con
el perro comenzó hace 30 mil años, nuestros amigos de cuatro patas siguen
teniendo muchos misterios para nosotros. Y uno de ellos es que
demuestran una curiosa capacidad para predecir la muerte.
Son conocidos los casos en los que los perros
buscan permanecer a lado de sus dueños cuando estos se acercan a la muerte a
causa de alguna enfermedad, como si presintieran que el final se aproxima.
Incluso los médicos tienen dificultades
para diagnosticar la muerte. Por ello hay casos en los que personas son
enterradas vivas. Sin embargo, los perros son capaces de detectar la muerte
antes de que esta se consume por completo con una asombrosa precisión.
Esta misteriosa capacidad canina ha despertado
la imaginación humana desde tiempos antiguos. De manera que en diversas
culturas los perros son asociados con la muerte. En el folklore inglés la muerte
puede aparecer como un perro negro. O en la cultura mexica son los xoloitzcuintles los
encargados de guiar a sus dueños cuando estos llegan al inframundo Mictlán.
Popularmente, en diferentes regiones de América
Latina se dice que los perros son capaces de ver a la muerte y a las
ánimas de los muertos y por eso aullan de manera inquietante durante la noche.
Incluso hay un cuento que dice que si te
aplicas lagañas de perro en los ojos podrás ver el mundo de los espíritus al
igual que ellos, sin embargo estas visiones resultan tan terribles que los que
se aventuran a hacerlo mueren de miedo al poco tiempo.
¿Qué dice la ciencia?
De acuerdo al médico veterinario M. Manzano, de
la organización Veterinario Gratis, se puede decir que los perros cuentan
con un sexto sentido. O más bien su intuición se ve mejorada por su poderoso
olfato, del que se dice puede ser mil veces mejor que el olfato humano. Por
ello, los perros más que ver a la muerte, la pueden oler.
Según explica el médico, al aproximarse la
muerte, el cuerpo humano comienza a presentar cambios químicos. Entre estos
cambios está la liberación de dos feromonas únicas, llamadas necromonas,
la putrecina y la cadaverina.
Ambas serían fácilmente detectables para un
perro con buen olfato y resultarían en un signo inequívoco de muerte inminente.
Así los perros podrían saber con certeza si una persona va a morir.
De acuerdo al veterinario, también es posible
que esta hormona estimule los sentimientos de apego de los perros,
motivándolos a permanecer junto a las personas moribundas.
Además de esto, se sabe que ciertos sonidos
estimulan el aullido de los perros, y entre ellos están las sirenas como
las de los servicios de emergencias. Eso hace que los aullidos parezcan aún más
misteriosos de lo que son y que se les asocie con la fatalidad.
Muchas veces las leyendas y los mitos hacen
referencia a fenómenos que la ciencia puede explicar o al menos identificar. Y
en el caso de los perros, la sabiduría popular señalaba una clara relación con
la muerte, que la ciencia ha comenzado a dilucidar.