CIUDAD DE MÉXICO.- A
24 años de consumir maíz transgénico no se han demostrado científicamente daños
a la salud humana; sin embargo, será la Secretaría de Salud la que deberá
argumentar el porqué de la prohibición del maíz genéticamente modificado para
consumo humano, en caso de que Estados Unidos lo solicite formalmente, dijo el
secretario de Agricultura, Víctor Manuel Villalobos.
Durante la Expo
Carnes y Lácteos 2023, que organizó el Consejo Mexicano de la Carne
(Comecarne), el funcionario dijo que hasta que el gobierno estadounidense
decida pedir formalmente una consulta bajo el Tratado entre México, Estados
Unidos y Canadá (T-MEC), corresponderá a la Secretaría de
Salud presentar las
bases científicas de la prohibición.
Recordó que en el
decreto de diciembre de 2020 se prohibió la importación del maíz genéticamente
modificado en general, pero fue el 13 de febrero pasado que se emitió el nuevo
decreto que permite la importación de maíz transgénico para forraje y uso
industrial.
"Ahora se
esperará la solicitud de consulta, si es que Estados Unidos lo solicita, pero
va muy orientado a salud humana y eso tendrá que ser un tema de Cofepris
(Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios), tendrá
Cofepris que presentar los argumentos ya que como ustedes se dieron cuenta en
el Decreto se hace específicamente menciona a la prohibición de maíz que va a
la tortilla, al consumo humano".
Explicó que "no
es un tema que yo me quiera safar como (Secretaría de) Agricultura, sino que
son temas que atañen directamente a la Secretaría de Salud".
¿Hay estudios que
demuestren daños a la salud?
En respuesta a la
pregunta de si hay estudios que demuestren daños a la salud después de 24 años
de consumir maíz transgénico, dijo: "No hay problema, no hay
científicamente demostrado un daño a la salud humana ni en México ni en el
mundo".
Comentó que no saben
si Estados Unidos iniciará una solicitud de consultas que es el primer paso de
las controversias comerciales, porque se emitió un nuevo decreto y las pláticas
anteriores fueron en torno al decreto de 2020.
Expuso que la
Secretaría de Agricultura "siempre estuvimos pugnando porque hubiera
acceso al maíz con fines de alimentación animal porque claramente no tenemos la
capacidad de producirlo y toda esta industria se vería afectada, pero
afortunadamente esto no quedó en el Decreto, o sea que hay un libre acceso de
los 17 millones de toneladas que importamos".
Agregó que para el
2023 se trabaja en aumentar la producción de maíz amarillo en México que no sea
transgénico al estimarse que se llegará de 2.5 millones a 3 millones de
toneladas.